Retrocediendo: Del presente, al Amor
marzo 3, 2010¡Hola Mundo!
noviembre 9, 2010Una vez alguien me enseñó que el primer amor nunca se olvida, y tenía toda la razón, el primer amor es inolvidable, y aunque bien puede ser la persona que más te haga sufrir por experimentar de primera mano lo que es el dolor de perder a alguien que acabas de encontrar, también es la persona que te hace sentir vivo, que te da la esperanza para seguir luchando cada día por lo que más quieres, que te abre los ojos hacia el amor.
Sábado 3 de febrero de 2003 el día en que te conocí, tantas cosas pasaron: «Tú te tenías que ir y en señal de apreciación te di un abrazo y por consiguiente un beso de amor, mi primer beso de verdadero y puro amor». «Esa noche sellamos nuestro amor nuevamente con un abrazo en el que nos apretamos dándonos así el «abrazo del oso» y después nos besamos».
Extracto de una carta del martes 24 de agosto del 2004.
Aquellas noches que te escribía eran las primeras veces que escribía del todo, podía llenar una hoja entera de postdadas y aún así sentir que me faltaban las palabras, la primer mujer por la que lloré, por la que me llené de celos e inquietudes, la mujer que me enseñó lo que es el amor, aunque en áquel entonces eras una niña, más sabia que el mismísimo Diablo te creía.
«Te separabas cautelosamente de mí, dando pasos pequeños hacia atrás queriendo escapar al destino, enchilada por aquella salsa tan picosa, con esa playera amarilla que te hacía ver más hermosa que un amanecer en la playa, y tus ojos tratando de descubrir de que se trataba la vida, la pared se interpuso en tu camino y no pudiste huir más de mi, acariciando tus brazos, esa piel tan suave y tersa que me enloquecía, juntamos nuestros labios y por un momento sentí que estaba vivo, que todo lo que había pasado en la vida y lo que estaba por pasar tenía una razón de ser, que el mundo se había detenido y sólo existíamos tú y yo, ¡como te extraño!»
Extracto del pensamiento más vívido que tengo de ti.
Vaya si la vida toma giros inesperados, yo seguiré esperando que vengas a pedirme matrimonio, seguiré soñando contigo, seguirás siendo la persona con la que aprendí a amar, y por ti seguiré despertando alegre todas las mañanas, seguirás siendo la persona que me enseñó lo que es la vida, ahora tienes una nueva lección, me hablas de la muerte.
¡Descansa en paz, nos vemos pronto!
En memoria a JMLE, mi primer amor.