Mi primer Amor
abril 21, 2017Ele, Eme y Ene
abril 26, 2017Ejercicio 238 – POCKET – Hurga en tus bolsillos y escribe acerca de lo que guardas o encuentres en tus bolsillos.
A diferencia de las mujeres y sus enormes bolsos que en ocasiones parecieran ser más grandes que la TARDIS y tener dentro las perlas de la vírgen, una colección de rocas, el secreto de la vida y quien sabe qué más, los hombres tenemos que adaptarnos a la cantidad de bolsillos que tengamos disponibles según la ropa que traigamos puesta, y si eres como yo, seguro ya tienes un checklist para las mañanas antes de salir de casa.
Celular, cartera, cigarros, encendedor, audífonos, morralla y llaves. Todas las mañanas antes de salir, mientras toco mis bolsillos por la parte exterior voy recitando; celular, cartera, cigarros, encendedor, audífonos, morralla, llaves, listo.
Celular para revisar twitter, cigarros para fumar después de comer, encendedor para los cigarros y claro, para los pasteles y la estufa jaja, audífonos para amenizar el camino, morralla para pagar el autobús, mis llaves para poder entrar a la casa, y mi cartera.
Mi cartera es cuento aparte, es un regalo que me hizo mi madre hace algunos años ya y es también un rápido vistazo a lo que he sido a lo largo de esos años, una vieja credencial de la Facultad de Ingenieria, y varias renovadas de la Facultad de Contaduría y Administración, el pase a una biblioteca, la tarjeta de descuentos de Steren y hasta la subscripción al extinto Blockbuster, tarjetas bancarias, el último recibo de la renta, una licencia de manejo expirada, la misma credencial para votar que tengo desde hace 10 años, un par de abonos para ver al Deportivo Toluca, una diminuta versión de mi cartilla militar, un dólar para que no falte el dinero y…
…Un día de hace como 4 años y medio la metí a mi cartera y desde entonces salgo con ella todos los días; puse también su foto. Esa foto en blanco y negro en la que parece enojada, con la cabellera larga y el ceño fruncido, como pensando en quién sabe qué cosas, con un collar que resalta la hermosa forma de su cara, como termina su nariz y carajo, esos labios.
Decidí que me acompañara todos los días en la cartera, como si no la llevara ya en el corazón, y porque nunca faltan las casualidades en este mundo la llevo en su sobrecito del «Estudio Fotográfico Jorge». Y a veces la saco, la admiro, sonrío, vuelvo a ponerla en mi bolsillo y continúo con mi camino.