Hoy es un día como cualquier otro, hoy desperté y en lo primero que pensé fue en tu voz, diciendome con un tono tan femenino "buenos días", esperando que se convirtiera en realidad me levanté de la cama, intenté desayunar pero lo único que mi cuerpo aceptó fue un cigarrillo y un café, ese del pueblo que tanto te gustó, me doy un paseo por allá cada vez que necesito recordar aquellos momentos que pasaremos juntos, también cuando ya no hay café en nuestra casa.